Introducción.
Los Recursos
Naturales son, por definición,
aquellos que la Naturaleza misma produce mediante procesos físicos (como
los minerales), químicos (como los
hidrocarburos) o biológicos (como los árboles), sin la intervención del ser
humano, aunque el ser humano puede propiciar esos procesos (por ejemplo, puede
cultivar árboles).
Los recursos naturales no
tienen la cualidad intrínseca de ser recursos, sino que adquieren esa
cualidad porque potencial o actualmente
son medios para lograr finalidades humanas. Con respecto a esas finalidades,
los recursos naturales son escasos y poseen, por consiguiente, un valor
económico.
Un recurso natural es
un bien, una sustancia o un objeto presente en la naturaleza, y explotado para
satisfacer las necesidades y deseos de una sociedad humana. Por lo tanto se
trata de una materia prima, mineral (ej.: el agua) o de origen vivo (ej: el
pescado). Puede ser de materia orgánica como el petróleo, el carbón, el gas
natural o la turba. También puede tratarse de una fuente de energía: energía
solar, energía eólica o, por extensión, de un servicio del ecosistema (la
producción de oxígeno vía la fotosíntesis, por ejemplo).
Un recurso natural puede existir como
una entidad separada como es el caso del agua dulce y el aire así como un
organismo viviente como un pez, o puede existir en una forma alternativa que
debe procesarse para obtener el recurso como en el caso de los minerales
metálicos, el petróleo y la mayoría de las formas de energía.
Desde la década de 1970, esta noción de
recursos natural ha evolucionado y tiende a expandirse hacia los recursos
útiles para cualquier ecosistema y para todos los sectores socio-económicos. De
manera que las superficies disponibles de suelo, la calidad del agua o del
aire, el aspecto de los paisajes, la diversidad, son otros aspectos de los
recursos naturales.